Proporciona una forma conjunta para resolver problemas comunes, que empeoran la relación y afectan a ambos miembros. Ayuda a poner en acuerdo a las partes, les acompaña y guía a la solución del problema.
Debemos pensar en acudir a una terapia de pareja, cuando:
Los recursos que se tienen para solucionar los problemas ya no funcionan.
El tiempo no consigue calmar la tensión en ambas partes.
La pareja atraviesa una crisis importante.
Existen sentimientos como el rencor, que no se pueden trascender.
Familia
Es la unidad sistémica más importante, pues constituye la matriz psicosocial de las personas, en dónde se establecen los primeros vínculos afectivos, los cuales servirán como guía en relaciones posteriores. Sanar los lazos, ayuda a nutrir de forma provechosa a todos los miembros y a satisfacer algunas necesidades. El objetivo de la terapia, es trabajar las dificultades que se puedan presentar con los miembros de la familia y seres queridos, para ayudar a la comprensión desde la mirada de cada uno, por medio de la empatía.
La Terapia Familiar Sistémica
Se centra en la comprensión de problemas dentro de un marco contextual.
Se apoya en la idea de que el vínculo familiar forma parte medular de la salud emocional de cada integrante que la conforma.
Algunas ventajas de optar por este sistema de terapia son:
Entender y apreciar las necesidades del otro,
Fortalecer y consolidar las bases familiares que dan cohesión.
Realizar cambios útiles en sus vidas y sus relaciones.